miércoles, 29 de septiembre de 2010

En el Presente - Recuerdos...

Los sentidos se agudizan en mí cada vez que llega el Crepúsculo, imagino que es un acto recordatorio, un homenaje, del momento de mi Nacimiento así como también una explicación del origen del Nombre de mi Pueblo.
No sé si a todos los míos les ocurre de esta manera, sé que a algunos sí. Y también sé que a otros seres, ajenos a mi gente, pero tan próximos al corazón, comparten esta misma singularidad.
He tenido la bendición de disfrutar largas noches de reflexión y emoción junto a algunos de ellos, extraños seres que están cerca mi alma.
De alguna manera, podría decir que somos Criaturas de la Noche, siendo esta descripción independiente de sus alineaciones espirituales dentro de la Existencia. La silenciosa ética, y mucho menos la inútil moral, no tienen nada que ver en esta apreciación, al menos hasta donde he podido reflexionar.
He despertado inquieto estos últimos días, no ansioso, pero si alerta, pues cosas profundas se mueven en torno mío, agitando las hojas de los árboles en los que he elegido vivir por este tiempo; las ramas me mantienen lo suficientemente cerca de los demás habitantes del Bosque, pero a la vez alejado.
Por ese motivo, mi amor y mis votos han sido renovados. He recuperado las fuerzas y el deseo, por primera vez en años.
Me he divertido bastante ascendiendo tanto como puedo, así como descendiendo al suelo y rondando de sombra en sombra, como una pequeña estela de sedosa oscuridad de ojos dorados. Observo y escucho a los demás habitantes del Bosque, tanto a sus contrapartes mortales como a sus contrapartes Animales, las más divertidas pues son las que no se han olvidado de jugar.
Finalmente en este atardecer, esa vaga inquietud toma forma.
Ahora el Bosque está en silencio, y el Sol se ha ocultado; ahora son las Lunas y las Estrellas las que susurran, mientras el viento mueve las hojas.
Viento. Hojas.
Es entonces cuando mi estado de alerta se disuelve por completo, pues he encontrado el hilo de un recuerdo; mientras me acomodo sobre la ramas, enrosco mi cola en torno a mis patitas y dejo arrullarme por el murmullo del Bosque, mis ojos dorados se entrecierran en una mueca de placer y comienzo mi viaje por el Tiempo, hacia el pasado de mi experiencia, de mis emociones y pensamientos, en otro tiempo separados, siguiendo esos recuerdos avanzo hacia el Pasado…


“A veces pienso que soy como una hoja suelta en el viento, libre para ir a donde quiera. Pero luego me doy cuenta que las hojas no deciden a donde van… eso me pone mal, simplemente el viento se las lleva. No deciden… son hojas.
Me pregunto si terminaré apilado junto a un montón de otras hojas, secas y caídas… lejos del árbol que me dio origen. A nadie parece preocuparle… pero a mi si. Siempre estoy atento a mirar las hojas y el vuelo de los pájaros… siempre presto atención a esas cosas, no sé por qué. Tengo ideas, pero no certezas…

Otras veces pienso que soy como una montaña, el viento no puede moverme… nada parece conmoverme, y estoy alejado de todo y de todos.

Inconmovible… aunque no es del todo cierto.
Mis emociones son tan profundas que a veces no las soporto. El amor, que en definitiva es a todo lo que se reduce, me quema… y la pregunta vuelve “¿Cómo puede un cuerpo semejante soportar el amor verdadero?
A través de un amor impersonal, pareciera. No sé, no estoy seguro.
Otras veces siento que soy como una estrella, brillante y oscura, también solitario y mirando… siempre mirando. Pero a mi nadie me mira, al menos no mucho tiempo. Creo que no les gusta mirar para arriba.

O seguir con la vista el vuelo de una hoja, para el caso anterior.
Otras veces siento que soy como el Mar… un océano profundo y misterioso, porque, ¿quién puede develar sus misterios? Además dicen que llevo tranquilidad…

No obstante, me pongo a pensar en lo que escribo y llego a la conclusión que sea lo que sea… siempre estoy por fuera. ¿Quién mira a las hojas, a las montañas o las estrellas? ¿Qué persona en el mundo las puede contemplar y escribir sobre ellas algo con verdadera pasión?

Evidentemente estoy buscando algo… pero de tanto buscar y esperar me volví paciente. A veces me desespero.

Es cierto que me alejo de las personas, a menos que las encuentre interesantes. Pero aunque lo intento, no puedo establecer lazos profundos… me siento aburrido y desganado. Y empiezo a notar que no puedo ofrecer mucho más. Estaré en serios problemas cuando eso ocurra.

De alguna manera siento que camino y camino por un sendero que se extiende y se extiende… y cuando miro a mí alrededor, no veo a nadie. Todos están detrás de mí. Y a todos los que veo caminando por delante de mí… tampoco los llego a comprender del todo.

Vibran en una sintonía distinta de la mía. ¿Es siempre así? Las preguntas vuelven.

A veces lo único que tengo es a mí mismo. Lo que soy. Mi nombre verdadero…

Estoy cansado. Ya no sé nada y sigo flotando en el viento. Alguien me va a pisar. Siempre me pisan, siendo hoja o montaña… pero al mar y la estrella no se acercan. No pueden. Le temen. Creo que en cierto modo, la gente me teme. Todo es más de lo mismo… es una mentira llena de verdad o una verdad llena de mentiras… de ambos modo es peligroso".


Lentamente, me desperezo sin moverme y vislumbro en el Horizonte lejano un dorado más brillante que el de mis ojos, pero, debo ser sincero, mucho menos profundo. El Sol se acerca a despertar a los habitantes del Bosque. Pero antes de que lo haga, rememoro brevemente las emociones y pensamientos de este viaje temporal.
Apenas un breve y pobre repaso de los tenebrosos meses llenos de conflictos emocionales, de miedos y desesperanzas, de mis creencias… nada de eso ha cambiado, sigo creyendo en esos recuerdos… no obstante, esta Noche debe ser recordada como una de las más felices que he tenido, pues puedo ver hacia atrás y alegrarme.
¿Algo ha cambiado en relación a los demás? ¿El Mundo se ha vuelto un lugar mejor? ¿Menos peligroso, menos lleno de mentiras e ilusiones? ¿Hay menos ideas de verdad y más hechos de honestidad?
No, las cosas no han cambiado, pero hay un movimiento constante; he aprendido a fluir con los acontecimientos, aceptando mi Naturaleza y el estado de lo que y de quienes me rodean.
He encontrado mi lugar en el entramado de las cosas. Las preguntas surgen, nacen y mueren, y volverán en un ciclo constante, pues es mi alma inquieta la que las genera, pero por ahora he encontrado mis respuestas.
Y siempre las encontraré.
Respuestas que son como el viento, que van y vienen… y que me hacen desear querer seguir adelante, buscando[te].
Soy un Guardián de los Recuerdos
Estoy en Paz.


Contemplando los Recuerdos...

martes, 28 de septiembre de 2010

En el Presente - Lluvia

Mientras recupero energias sobre mi Rama, mientras me acicalo y trato de curar mis dolencias... la tormenta que se insinuaba se descarga con fuerza sobre el Mundo Mortal, sobre la Matrix... El Mundo de las Medias Verdades...
Me pregunto si la lluvia que cae afuera es reflejo del proceso de limpieza de la frustración interior que siento. Me pregunto si todos estos "accidentes" no ocurren sin algo negativo que los orqueste en nuestra contra.
¿Acaso temes que despierte a los espíritus dormidos?
¿Es por ello que tratas de agitar las cadenas de mis demonios? ¿Tratando de liberar viejos fantasmas?
Puedes intentarlo... no estoy sólo, ni antes lo estuve... pero ahora lo sé. Ahora hay otros que me cuidan, así como yo los cuido...
Un trueno estalla en algun lugar, reafirmación de mis palabras o amenaza de lo que se nos opone... tal vez sea ambas. Afirmación y amenaza... era tu trueno, ahora es mío y me sonrío. Dejo que mis ojos dorados rivalicen con un relampago antes de volver a acicalarme y reflexionar sobre la lluvia.

Hace un tiempo escribí...

"Lluvia. Un milagro como el amanecer, la luna o el viento, muy poco comprendidos.
Son las lágrimas de los dioses, de alegría o tristeza. Adoro esas lágrimas sobre mi cuerpo, anhelo la sensación que evoca la tormenta en mi alma, pues es un reflejo de mi propia creación. Terrible, excitante, poderosa; mi espíritu se enciende en la tormenta, sentimiento de realización y pureza, de salvaje poder natural.
La gente huye de la lluvia, no le gusta mojarse. ¿Acaso rehuyen de las lágrimas de los dioses ignorados? Tal vez sienten su verdadera culpabilidad, la responsabilidad olvidada hace mucho tiempo. No me importa. La lluvia es mi momento, cuando mi alma mas cerca del mundo se encuentra. Porque la lluvia purifica, con sus gotas, con su sonido.
Y a veces grito... pero como siempre, nadie me escucha. ¿Cómo podrían?
En mi interior, sobre la roca en la que me siento a contemplar el mundo mortal por el que me muevo, la lluvia cae en tonos dorados al sol y plateados a la luna, suave, natural, fresca. Aquí, las nubes son tan grandiosas como el poder que las ha creado; estallan voluptuosas con su tronar y mi mente se estremece.
La lluvia canta con el pesar de los dioses, con su alegría y su furia... y mi alma, contemplativa, baila a su ritmo en un instante de felicidad, recordada y anhelada."


Desde aquél entonces hasta aquí, muchas cosas han cambiado, pero mis pensamientos sobre la lluvia no han sido uno de ellas. Y mis gritos aún siguen siendo solitarios, pero hay algunos que pueden escucharlos... aquellos que lo leen, aquellos que me conocen más de lo que construyen de mi en su mente...
Es agradable recuperarse... esa sensación de frescura sobre la piel, de re-encontrarse con uno mismo y decir... "ah... aquí estoy de nuevo, este soy yo... amame, porque esta criatura oscura soy yo"
Lluvia, truenos y relámpagos... afirmación y amenaza, antes tuyos, ahora son míos.
Y, antes de volver a acicalarme, me sonrío con indiferencia ante tu ira, ante tu odio.
Que se sepa: no voy a rendirme en mi misión.


Purificándome...

lunes, 27 de septiembre de 2010

En el Presente - El Peregrino Gris

Hace poco más de un mes, la Dama de la Libertad nos condujo en un viaje interior y, antes de iniciarlo, nos pidió que dijeramos qué era lo que nos guiaba en este momento de nuestras vidas... 
Mi respuesta se conformó en un cántico en ese entonces, y hoy lo comparto aquí para que me recuerde y reafirme quién y qué soy...
Que me guíe de nuevo...
Frente a ciertos hechos y sucesos, que despiertan mis iras y decepciones, ansío que no llamen a los demonios dormidos, ni que aflojen los barrotes de las bestias enjauladas... 

Recuérdame, recuérdame, recuérdame....
 

Viaja el Peregrino Gris...
contemplando el Mundo que recorre
escuchando, sintiendo, viviendo... interviniendo.

Hijo de la Bendita Oscuridad
que toca el corazón de las personas.

Se deja fluir en el Río del Tiempo.
Se detiene a reflexionar en su Bosque Interior
Se sienta a vibrar con los Grandes y los Pequeños.

Hijo de la Bendita Oscuridad,
que canta en el silencio de la Noche.

Aprendiendo la lealtad, el valor, la compasión...
para la aceptación de ser quien está destinado a Ser.
Aprendiendo que el amor sin pasión es complacencia,
y que la pasión sin amor es insatisfacción.
Aprendiendo a templarse en el fuego de la experiencia,
cuando el frío de la desesperación lo paraliza.

El Peregrino Gris... está en mi.
Hijo Bendito de la Oscuridad...
Soy yo.
Ahora y siempre.
 

Finalizado ese cántico del ayer, esa afirmación del hoy, el viaje comenzó. 
Una vez más me dejé ir tranquilamente en el bote con forma de Caballo Marino y volví a navegar por las aguas... partiendo de los ríos mortales que nacen de las lágrimas del recuerdo, remonté en mi bote por las corrientes tranquilas que dan al Océano de las Aguas que Separan los Mundos, a través de las enormes Columnas del Tiempo y el Espacio y llegué finalmente a las aguas conocidas del Mar de las Estrellas.
Y luego, en el horizonte, se insinuaba la bella Isla de Avalón.
Mi Hogar...
Guiado por la voz de la Dama de la Libertad... me dejé fluir, ansioso de llegar al Puerto de las Tortugas y reunirme con quien siempre me reencuentro, y escuchar lo que siempre escucho de él. Jamás me cansaría de escucharlo decir cuánto me ama, cuanto valgo y que, por sobre toda las cosas, sea fuerte y valiente para los tiempos que se avecinan.
Sí... estaba dispuesto a volver a escucharlo, a solazarme con su fuerza.
Él estaba allí, como siempre, esperando, deseando, aguardando, velando, batallando a su manera. Cuando desembarqué del botecito, me ayudó a subir al muelle y, mientras me rodeaba con sus fuertes brazos, dijo algo que nunca había dicho hasta entonces, algo distinto y hermoso de escuchar:

León dijo: - Te extrañé...

Y eso me conmovió el corazón... saber que incluso desde aquél maravilloso lugar que llamamos Hogar, aún allí... nosotros los que aquí quedamos, no somos los únicos que anhelamos el reencuentro.
Las almas de nuestros seres amados también extrañan... nos extrañan... me extraña...
¡Tanto como yo a él!

Mientras regreso a mi peregrinaje por estas tierras mundanas, aferro y aprieto mi mano derecha sobre mi pecho, mirando hacia atrás, a la figura de mi León que aguarda y susurro: - No lo olvidaré...

En el sendero... regresando y volviendo... otra vez.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Reconstruyendo el Pasado - Capitulo 3: Empatía Descontrolada

Durante esta tarde, mientras me preparo para salir al Mundo Cotidiano y tratar con sus habitantes, mis recuerdos se dirigen a los pensamientos y sensaciones que había construdído en torno a estos tópicos, tan peligrosos y voraces para mi talante empático.
Siempre fui así, y con el tiempo ese don de empatia, de escucha se ha desarrollado, ha crecido... aunque, como el Tiempo me ha demostrado, no siempre con la disciplina requerida para sortear los riesgos que conlleva el trato con los demás...

He aquí, mis pensamientos de aquél entonces:

"¿Qué caminos recorre mi alma, que ve mi mente?
Laberintos de palabras y formas incongruentes, incoherentes, vanas, fugaces. Me sorprendo, me horrorizo, pero no les temo. Sólo se dañan así mismas, y a las almas que las engendran. No pueden tocarme si no lo permito. Estoy cansado del dolor humano.
¿Qué ven los otros en mí?
Apenas una sombra de lo que soy; jamás las verdaderas extensiones de mi alma... la mayoría no se conoce a sí mismo, no puedo pretender que me acepten. Pero lo deseo. No importa con cuanta intensidad los llame, conque pasión les explique mi leyenda interior, las personas ven sólo lo que quieren ver. Como he intentado que eso no me dañe. A veces lo consigo.
Llaman adaptación al sometimiento, un constante perpetuar de lo mismo. Estéril, angustiante, destructivo de sus propias ilusiones, de sus sueños, de sus propias salidas para triunfar y vencer las tinieblas que los rodean. Cortan sus salidas, sus esperanzas, hasta que la Muerte, piadosa y gentil, los rescata de sí mismos. ¡Que ironía que lo que temen y rehuyen es su mejor oportunidad de volver a comenzar! Pero que pena para esa vida.
Me pido perdón a mí mismo. Y me doy las gracias a mí mismo.
Cuanta sabiduría me falta, mi Dios... mi cuerpo canta por tu Tierra, mi alma llora por tus hijos y mi mente habla en los silencios del mundo mortal. Pero nadie escucha mas que sus propios lamentos. Locura disfrazada de razón, el sometimiento de lo que ha nacido libre.
Y simplemente, afligido, me siento a contemplarlos"

El don de la empatía, ha crecido en mi durante mucho tiempo, como una enredadera que se extiende por cuanta superficie encuentra, aún en contra de mi voluntad... no podia dejar de sentir las emociones de los demás, y eso me dañaba. Si lo permitía... y lo permití, pues gritos y sonrisas, amabilidad o descortesía... todo era lo mismo para mi corazón indisciplinado, agobiado por los pedidos de sanación, de reclamos.
Era desquiciante...
El dolor siempre lo es.
Me he aceptado, los demás... está por verse. Pero esas decisiones les corresponde a ellos.
Ahora he aprendido, mi corazón oscuro se ha disciplinado, he aprendido a conjugar la mente y la razón en el co-razón, en mi Ser de Oscuridad, he aprendido a ser el Espejo de la Luz, sin perder mi integridad.
La esencia de la Rama, sobre la cual me poso para contemplar los Mundos.
Una vez más, sonrío y siento paz por ser quien soy.
Una vez más... soy yo.

Una vez fui Empatía sin disciplina...

martes, 14 de septiembre de 2010

Reconstruyendo el Pasado - Capitulo 2: Espejo de la Luz

Una vez más, la noche me encuentra contemplando parte de mi pasado, intentando reconstruirlo. Abrigado al calor de mi propio ser, arropado por unos brazos fuertes y afectuosos, reparo en las primeras preguntas que surcaron mi inmadura mente de aquel entonces.
Esas cuestiones, iniciadas con ingenua seriedad, trajeron respuestas que fueron el producto de una razón aún doblegada al Mundo Cotidiano. 
Pero era un comienzo...

Una vez más, mis ojos dorados recorren las palabras grabadas en este remanso del Río del Tiempo:


"Amor, paz, y alegría. Triunfo, gloria, honor y valor. Verdad, sabiduría y templanza. Luz, Oscuridad y Penumbras. Armonía y Equilibrio. Dios.
¿Dónde fue aquello?
En mi hogar... el lugar del cual todos provenimos y a donde queremos volver. Algunos. Al Oeste... mi alma anhela regresar y descansar de sus aflicciones. Para re-encontrarme con mi pueblo y conmigo, para expresar en todo mi ser la verdadera forma de mi alma. Pero aún hay mucho por hacer... mi alma lo sabe.
¿Qué es mi alma?
El Durnnai, la Oscuridad Profunda... bajo la bendición  de la Luz Eterna. La redención de lo que una vez fue impío y cruel, ahora es inocente y pura. El odio y la destrucción trasmutados en amor y armonía. A Valfäris Elvereä, la eterna gracia de mi alma, la pasión de mi espíritu, el fulgor de mi mente y el instrumento de mi cuerpo. Amén.
¿Qué soy yo?
Un Hijo de las Estrellas. Errante Solitario. En espíritu, la tristeza que canta en la plegaria de los Sueños Perdidos; en mente, la voz que murmura en las hojas de los grandes bosques de la Antigüedad. En cuerpo, el titilar de una estrella en las tinieblas del mundo. Estoy atrapado y no lo acepto; eso me hace ser libre.  
Arrogancia, Vanidad, Egoísmo... pecados del pasado, pruebas del presente. Humildad, Compasión, Comprensión... triunfos del pasado, bendiciones del presente. El futuro es incierto, sombrío y tenebroso. Lo desconozco. Me asusta. Estoy solo.
¿Dónde estoy yo?
En el infierno que los humanos se han creado. No pertenezco aquí, no lo acepto."

Ciertamente, muchas cosas han cambiado desde que fueron escritos tales pensamientos; aunque las emociones y la búsqueda del propio Ser no ha sido una de ellas. Tan sólo los conceptos que los enmarcaban.
Un espejo roto, que simboliza la evolución de la mente y del corazón atravesando las experiencias mortales hasta lograr una mejor comprensión de la Existencia.
Buscaba mi propio ser vistiéndome de las blancas prendas de los demás, de lo que querían los demás de mi, de lo que esperaban de mi. 
Tal vez, alguna vez esperé eso mismo de mi. La bondad de la Luz Eterna, la Idea de un Dios.
Ahora sonrío frente a esa simple [e insuficiente] forma de pensar, de sentir. En realidad las respuestas eran todo lo que me rodeaba, no una parte. 
Vestido de blanco, rodeado de negro; allí estaba la verdadera forma de mi Ser; como una Estrella Errante que vaga por los Bosques Antiguos.
Soy Hijo de la Bendita y Profunda Oscuridad, reflejando la Luz, honrándola, amándola sin detrimento de mis propias sombras. 
Estoy en un infierno creado por los humanoides, es cierto... pero lo he aceptado, y eso me hace aún más libre de lo que creí posible.
Y en este infierno, soy un espejo que refleja la Luz, como un faro en la Noche para los mortales perdidos en el Mundo Cotidiano.

El Faro de la Noche, la Estrella Errante...

lunes, 13 de septiembre de 2010

Reconstruyendo el Pasado - Capitulo 1: Primeras Reflexiones

Sentado en mi Rama, mientras el Mundo Cotidiano avanza, mientras el Invierno se aleja, despidiéndose, y la Primavera se acerca, saludándonos... dejo de contemplar las mortalidades de otros y vuelvo mis ojos dorados hacia mi pasado mortal, intentando ver cómo comenzó... la imperiosa necesidad de escribir, no Historias  sobre el Mundo Antiguo, sino pensamientos y emociones sobre el aquí y ahora. 
De alguna forma, comprender las raíces sobre las que se funda este lugar, un aspecto de la Rama... que muestra que he aprendido a caminar entre el Mundo Antiguo y el Mundo Cotidiano...

He aquí, el salto en el Tiempo:

"Todo empieza antes de que mi mente tenga memoria, pero mi alma, más antigua de lo que es posible imaginar, recuerda en un lenguaje que hace tiempo se perdió y muy pocos saben interpretar. Sólo la música del viento, del agua, la tierra y el fuego la evocan, como la Voz que nos sostiene y que sólo tras  un gran dolor algunos mortales logran percibir por momentos.
Me conozco tanto como conozco al mundo, y me sorprendo de él tanto como me sorprendo de mí; todas las almas que la Tierra pueblan, caminan desconcertadas en el ir y venir de lo cotidiano. Adormecidas, desfiguradas, ignorantes, asustadas... sus acciones dejan improntas que los años apenas logran borrar.
¡Qué ironía poder comprender este sin sentido! 
Comprenderlo cuando sus propios artífices se sorprenden y reniegan de él."


Sí, así empezó... y antes de continuar, me pregunto si algo de esto ha cambiado en mi. No. Sólo  se ha profundizado lo que se inscribió, a base de penas y alegrías, de errores y aciertos... 
Tal vez mi natural arrogancia haya quedado tamizada y templada en la forma de una mirada altiva y comprensiva, distante y compasiva.
Tal vez he desarrollado una ternura que desconocía en mí...
Tal vez...

Primeros pasos...